Érase una vez una hermosa niña, que vivía en un pueblo, y la llamaban Caperucita Roja.
Un día la madre le preguntó: - Caperucita, ¿no quieres ir a la casa de tu abuela? Acabo de hacer un pastel y quería dárselo. Y así fue caperucita para entregarle el pastel a su abuela por el bosque, pero de repente aparece un lobo en el camino y dice: ¿A dónde va una chica tan hermosa? Y ella responde: La casa de mi abuela entrega este pastel. El lobo con otras intenciones la dice a la caperucita roja que tome el camino más largo para llegar primero a la casa de su abuela. El lobo llegó a la casa de su abuela y llamó a la puerta con un portazo: ¿Quién eres? preguntó a la abuela. El lobo de voz más fina responde: Soy la caperucita roja y tengo un pastel que regalarte. Pero la inteligente abuela se da cuenta de que es el lobo y abre la puerta con un hueso gigante en la mano. Cuando el lobo vio el hueso, permaneció muy feliz. La abuela tiró el hueso para que el lobo lo persiguiera. Llegó Caperucita roja, y entró en la casa de su abuela donde comieron la deliciosa botana. Más tarde el lobo volvió a llamar a la puerta para jugar con el hueso y así pasaron el día.
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