Una mañana, la madre con de Caperucita le pidió que le llevara dulces a su
abuela y a su tío, que era guardabosques. Ella siguió su camino, hasta que vio
un montón de cabello en el arbusto frente a ella, "¿qué es eso?"
pensó, luego se acercó, y pensó "debe ser una almohada o un colchón",
así que se acostó sobre el pelo. Después de eso, pronto se durmió y solo se
despertó por la tarde. Cuando abrió los ojos, vio unos dientes afilados y dos
ojos mirándola. Sorprendida, preguntó "¿quién eres tú?" y la criatura
respondió "Soy un lobo, vivo en este bosque. Estaba descansando después de
una buena comida y de repente te vi aquí". El lobo parecía bastante
aterrador, pero era carismático y amigable. El tío de Caperucita vino a
buscarla, porque ya era de tarde y estaba preocupado. "Oh, Dios mío, ¿la
encontró el lobo? ¿La devoró?" pensó, pero pronto vio a la niña caminando
con su bolsa de dulces y unas bayas que le había dado el lobo. Así, cada vez
que pasaba por el bosque, dejaba un dulce para que lo comiera el lobo.
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