Érase una vez una niña llamada caperucita roja que vivía con su abuela en una casa muy acogedora y colorida.
A Caperucita le gustaba mucho canatar, bailar y leer libros de cuentos antiguos. Un día su abuela le ofreció un ukelele porque era lo que más quería, esta noche la pequeña estaba muy feliz y emocionada con su nuevo y primer instrumento musical. Pero ella no sabía tocar y mientras intentaba aprender molestaba un poco a sus vecinos, y todos los días tenía que escuchar cosas malas de su música pero Caperucita no se desanimaba y continuó hasta que aprendió a tocar su primera canción y se lo dedicó a los suyos. A todos los vecinos les gustó y agradecieron ... menos a uno de ellos, el Lobo Malo. Al día siguiente Caperucita decidió ir a tocar su música en un bosque cercano a su casa y el Lobo Mau caminó hasta el bosque sin que ella se diera cuenta, tomó su ukelele y rompió las cuerdas y ella se puso muy triste y se puso a llorar a la casa para contarle a su abuela. La abuela logró consolar a la pequeña, pero la historia no termina aquí ... Caperucita y la abuela reunieron a todos los vecinos e hicieron justicia, le pidieron que arreglara el daño que le hizo y lo expulsaron del barrio porque no sería la primera vez que le estaba haciendo daño a alguien del barrio, y luego el Lobo Malo se fue a vivir lejos del barrio y Caperucita, su abuela y el resto del barrio vivieron felices para siempre.
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